¿Qué es un soplo cardiaco?

Un soplo cardiaco no es otra cosa que un sonido similar a un ”soplido” que se puede escuchar al colocar un estetoscopio sobre el corazón de una persona. Este sonido se genera por el movimiento de la sangre a su paso por el corazón y específicamente a su paso por alguna estructura del mismo.

Cuando un médico general o pediatra escucha un soplo en un niño, es necesario solicitar la opinión de un cardiólogo pediatra, quien determinará si dicho soplo es signo o no de una enfermedad cardiaca.

Es importante conocer que existen dos tipos de soplos cardiacos:

• Soplo funcional (también llamado inocente o fisiológico). Afortunadamente, este es el más frecuente en la niñez. El escuchar este tipo de soplo en un niño es un fenómeno enteramente normal. El soplo funcional se debe a un incremento abrupto en el flujo de sangre en periodos de crecimiento rápido, es decir, que una mayor cantidad de sangre pasa por el corazón generando turbulencia, lo que da lugar al comentado “soplido”. Bajo ciertas circunstancias como el ejercicio, el estrés y la fiebre, la circulación es aún más acelerada y el soplo puede hacerse más intenso y escucharse con mayor facilidad.
• Soplo orgánico. Este tipo de soplo indica la presencia de una enfermedad cardiaca (cardiopatía) y aunque con el examen físico frecuentemente se puede aproximar su tipo, se requiere siempre de un ultrasonido cardiaco (ecocardiograma) para obtener la información precisa y detallada del tipo de cardiopatía y sugerir el manejo ideal de la misma.

Una vez que el cardiólogo pediatra ha catalogado un soplo como funcional en un niño, este puede continuar con su vida normal, no requiere supervisión cardiológica así como ningún tipo de restricción en su actividad física. En cambio, de tratarse de un soplo orgánico y después de haber establecido el diagnóstico preciso de la enfermedad que lo ocasiona, el tratamiento ideal de la misma debe iniciarse de inmediato.

En la actualidad, existen los recursos y la experiencia para resolver con éxito las cardiopatías congénitas y adquiridas de los niños. Busque la asesoraría de su cardiólogo pediatra.